Cicuta
Jaime Flores Martínez
Diezmos
Pertrechado en su modesta oficina de Mexicali, Bernardo Martínez Aguirre esta convencido que el poder político es la puerta para conquistar el poder económico. Para el ex secretario general de gobierno en la administración de Eugenio Elorduy Walter, los negocios millonarios le interesan más que las aclaraciones públicas, pues las considera ociosas.
Don Bernardo se ha callado la boca ante los señalamientos que a finales del año pasado realizó un ex funcionario municipal que laboró en el gobierno del alcalde de Tijuana Jorge Ramos Hernández. El joven morenito de mirada penetrante, revelo que el enlace entre el actual presidente municipal y la empresa Cementos Mexicanos (Cemex), fue nada menos que Bernardo Martínez Aguirre.
En la próxima entrega se ofrecerán mayores detalles sobre las redes que Bernardo Martínez tejió a su paso por la secretaria general de gobierno y los personajes que intervinieron en los millonarios amarres. También se dará cuenta de monto aproximado de los adeudos que dejara la presente administración y los montos estimados que se llevaran los protagonistas por concepto de "contraprestaciones".
Inconforme
El abogado Joel Bricio G., asesor legal del empresario calafiero Gregorio Barreto Luna, envió el pasado viernes una carta de reclamo al autor de esta columna para calificar de "irresponsables" los conceptos manejados en el articulo publicado ese día.
La mencionada misiva cuestiona el contenido de la columna Cicuta y al mismo tiempo aclara que el señor Barreto no pretende perpetuarse en la administración de la empresa Calfia. También precisa que José Vicente Raúl González Luna fue desconocido como presidente del Consejo de Administración en octubre del 2008 y se nombro de nuevo a Barreto Luna.
En otra parte del texto el jurista Bricio supone que Cicuta se dejo "influenciar" por González Luna porque utilizó "los mismos razonamientos".
Para información del licenciado Bricio, el autor de este texto nunca ha cruzado palabra con el señor González, no lo conoce, ni tampoco acostumbra dejarse influenciar. La información publicada fue extraída de un escrito entregado a todos los accionistas firmado por los directivos de esa empresa. Una copia esta en poder del escribiente, por si acaso la requiere.
Además del "gran dolor" que provocó la columna del viernes, el abogado Bricio ni siquiera se refiere a los abusos que su cliente comete contra los choferes de las Calafias, a quienes cobra una cuota de mil pesos mensuales y exige "derecho de piso". Tampoco hace alusión a la ausencia de rendición de cuentas, a las tres multas aplicadas por la autoridad por la desobediencia, al visto dado al Agente del Ministerio Publico y a la desmedida ambición de Barreto por convertirse en diputado local.
Esta claro que el abogado Bricio intenta contener cualquier "corriente de aire" que pueda molestar a Barreto rumbo a su curul en el Congreso del Estado. Bricio hace su parte, aunque debe saber que el aire es vital y lo corriente existe.
Refugiado
Por cierto, alguien debe decir que Gregorio Barreto reside desde hace más de un año en las instalaciones del Hipódromo Agua Caliente. El zar de las Calafias se resguarda en territorio Hankista desde que fue liberado de un tormentoso secuestro que duro tres meses. Desde entonces Barreto Luna ocupa una vivienda ubicada dentro del terreno del Hipódromo Caliente.
Hay quien dice que –además de una renta moderada—Barreto Luna contribuye permanentemente en el jugoso negocio de las apuestas. Si alguien tuviera un casino en su propia casa, fuera jugador compulsivo, explotara a los choferes con el pago de cuotas y "derecho de piso" y aspirara a convertirse en diputado, seguramente pasaría gran parte de su tiempo en ese inmueble.
Reacción
Otro que se mostro inconforme con lo publicado aquí el viernes pasado es Fernando Rodríguez Gil, coordinador de Bibliotecas Publicas de Tijuana, quien se pregunta si "existe la total seguridad" de lo aquí publicado.
Fernando Rodríguez Gil advierte a Cicuta que –en caso de no tener las pruebas y fundamentos confiables de lo aquí señalado--, podría causar una denuncia por difamación. Además de invitar a Cicuta a verificar que sus credenciales que lo avalan para ocupar ese puesto, el joven Rodríguez exhorta a conocer las razones de su divorcio, aunque subraya, "no son de su incumbencia".
Tamaño gesto del joven Rodríguez solo demuestra que no leyó bien el contenido de la columna. El autor de ese texto solo hizo referencia al incumplimiento del pago de la pensión alimenticia por los últimos ocho meses y que su ex -esposa analizaba demandarlo. Por lo demás, los motivos del divorcio, solo conciernen a sus protagonistas, aunque pueden ser resultado de sus aficiones.
Respecto al tema del antidoping, Fernando Rodríguez se muestra indignado al asegurar que Cicuta "difama sin pruebas" al "acusar" que son candidatos a practicarse los exámenes.
El joven Rodríguez debe saber que los fundamentos de la publicación del viernes son totalmente confiables. La fuente informativa sabe de lo que habla, aunque la susodicha no se refiere a las cartas credenciales que pudieran demostrar su capacidad para ocupar el puesto.
El pasado 20 de abril, aquí mismo se señaló que en febrero del 2009, los integrantes del Foro Cultural Ciudadano entregaron un escrito al alcalde Jorge Ramos, en donde le pidieron dar marcha atrás al nombramiento de Fernando Rodríguez Gil, pues resultaba evidente que ese espacio se logro por la vía del influyentísimo; no por méritos. Eso, joven Rodríguez, también es irrebatible.
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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