Jaime flores Martínez
Orate
Indiferente ante las voces que lo califican como un funcionario "desquiciado", el secretario de seguridad pública en Tijuana Alberto Capella Ibarra, apunta sus baterías hacia sus logros. No le importa que lo critiquen por enfundarse en el informe policiaco y -protagónico- encabezar los operativos. La mayoría de los oficiales avalan que Capella se disfrace de policía.
Un uniformado que aceptó hablar con Cicuta, estima que la intención de Capella es conquistar a la tropa; asemejarse a ellos al portar el uniforme, aunque la diferencia está en las insignias que porta sobre los hombros. Pareciera que lleva "un jardín de lechuguitas" señala con sarcasmo este viejo policía.
Destaca que muchos de sus compañeros están contentos con Capella porque --en medio de su locura--, ha tenido detalles con sus familiares. Considerado por la mayoría de los gendarmes como el consentido del alcalde Bustamante, Capella entrega beneficios "extra" a las esposas de los policías cumplidos. La intención es comprometernos ante nuestra propia familia, reconoce este policía.
Nadie olvida que a mediados de enero, Capella se puso la gorra al revés para parodiar a Adal Ramones frente a un nutrido grupo de estudiantes. Nadie en su sano juicio haría algo similar, al menos no lo haría un secretario de seguridad pública. --"No me importa lo que digan" reviro ante las criticas.
En sus acostumbrados desplantes, Capella pasa por alto las críticas por la aplicación del alcoholímetro y el destino de los dineros recaudados. Es más, advierte que habrá el doble de filtros para evitar que los automovilistas manejen borrachos. Además de la derrama económica para el Ayuntamiento, lo más importante para este hombre es que los padres de familia aplaudan la aplicación del alcoholímetro.
Catedráticos de la Universidad Iberoamericana anunciaron hace unos días los resultados de una encuesta aplicada para conocer la percepción social sobre la corporación. La egoteca de Capella se disparó al saber que la mayoría de la gente retomó la confianza a los policías de Tijuana. Muchos ciudadanos (más de la mitad) consideran que Tijuana es más que en 2008 y 2009.
Aunque extrañamente Capilla no cacareo los resultados obtenidos de este sondeo de opinión, la realidad es que los policías son mayormente aceptados por la gente. El alcalde de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo dijo que el objetivo es ofrecer el 100 por ciento de seguridad..
Pero no todo es miel sobre hojuelas para desquiciado secretario. Su sonrisa se desdibujo hace 11 dias luego que elementos del Ejército Mexicano arrestaron a tres policías municipales con 30 kilogramos de marihuana. Otros tres policías alcanzaron a huir, aunque a finales de la semana pasada uno de ellos se entregó a las autoridades. Capella fue ubicado como protector de narcos, es decir, como titular de seguridad se supone que sabia la actividad de los policías que intentaban vender esa droga. Ya Capella había sido advertido sobre la actividad de policías dedicados a comercializar el botín de guerra.
El policía que aceptó hablar con el escribiente, asegura el secretario de seguridad llamó a cuentas a los mandos policiacos para advertirles que todos los policías tienen la obligación de denunciar a sus compañeros corruptos. Solamente con la cooperación de todos podrá realmente depurarse la corporación.
Durante la época del tristemente célebre Julián Perez, fueron muchos los policías municipales que recluidos en las instalaciones militares para ser torturados. El propio Leyzaola encabezaba las torturas sobre policías que aparentemente sostenían vínculos con el narcotráfico. Sin embargo, al menos el 80 por ciento de esos oficiales están libres y fueron exonerados de los cargos. Hoy se sabe que durante la época de Leyzaola solamente siete policías fueron destituidos conforme a la ley, aunque varias decenas fueron encarcelados y luego liberados. En la presente administración municipal, un total de 108 elementos policiacos de Tijuana ha sido separados de su cargo. Al menos la mitad de ellos ha sido procesados, mientras que la tercera parte se encuentran bajo investigación aunque no realizan labores policiacas.
Respecto a al desconcierto que genero su aparición pública enfundado en el uniforme policiaco, el grueso de los uniformados tienen una percepción que contrasta con la parcial visión ciudadana. Mientras que algunos parroquianos piensan que se trata de un desplante capellesco que desciende su nivel de secretario, muchos policías aseguran que la intención es identificarse con los elementos policiacos. Tiene su merito el ponerse la camiseta y meterse a los operativos, sin llegar a los limites de Leyzaola.
Patitos
A propósito de temas de seguridad a mediados de mes se reactivó el Capítulo Noroeste de la Sociedad Americana de Seguridad Industrial que pretende la profesionalización de las empresas dedicadas a la seguridad privada. En este momento, a nivel mundial, existen más de 37 mil miembros en el mundo.
El asunto llama la atención porque al menos en lo que va del año, poco ha trascendido la operación de empresas de seguridad privada. También llamadas "empresas patito", algunos de esos consorcios se han dedicado a contratar ex militares para emplearlos como guardias de seguridad privada. Los dueños de estas empresas no cuentan con el permiso correspondiente de la Secretaría de la Defensa Nacional y por eso contratan militares que utilizan sus propias armas.
Los objetivos de la Sociedad Americana de Seguridad Industrial (ASIS por sus siglas en inglés) es incrementar la efectividad y la productividad de los profesionales de la seguridad en todas sus facetas. Esto incluye prevención de pérdidas, seguridad industrial, patrimonial, púbica y seguridad ejecutiva. El capítulo Baja California recae sobre un personaje identificado con Francisco Ramsés Gollaz , quien se desempeña como jefe de seguridad corporativa una empresa de Tijuana. Los profesionales aplastan a los patitos.
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Jaime Flores Martinez