Jaime Flores Martínez
Yerro
Enchiladísimo por lo publicado semanas atrás en este espacio, el empresario gasolinero Alberto Uribe Maytorena cometió otro error al depositar toda su confianza en la persona equivocada.
Sumamente incómodo con lo revelado por el columnista, el señor Uribe instruyó a su pupilo Gabriel Arellano Dueñas a elaborar una carpeta informativa sobre el autor de Cicuta. La idea es integrar "un amplio expediente" sobre las propiedades, las cuentas bancarias, y las amistades del columnista. ¡Hágame favor!
Desde ese momento, el señor Gabriel Arellano, quien despachó como responsable del área de inteligencia de la Policía Municipal de Tijuana durante el trienio del panista Jorge Ramos Hernández, se dio a la tarea de interceptar los números telefónicos del comunicador y recurrió a sus amigos policías municipales para darle seguimiento al incómodo periodista.
Las relaciones amistosas de Gabriel Arellano con elementos de la Policía Municipal son harto conocidas. Arellano, incluso, cacarea que tiene la capacidad de manipular a sus ex compañeros. El señor Arellano tiene la lengua muy larga. No se guarda nada.
Don Gabriel hurga en la vida personal del periodista por instrucciones de su patrón con la sola idea de armar un extenso expediente. En caso que el periodista mantenga sus críticas, entonces podrán utilizarlo. Informes obtenidos por el escribiente revelan que estas personas tienen la intención de acusar a Cicuta (en su oportunidad), "de intentar chantajearlos o extorsionarlos". Aplastarían la reputación del periodista y esto sería "todo un éxito" para el gasolinero y su achichincle.
Cicuta puede confirmar que Gabriel Arellano recurrió a los órganos de inteligencia del Gobierno de Baja California para obtener información sobre el periodista. Incluso recurrió algunas dependencias federales para conocer datos. Su estrategia de inteligencia, no lo es tanto.
Mas grave es que el Gobierno del Estado de Baja California se preste a apoyar las triquiñuelas de sujetos que se aprovechan de sus relaciones para afectar a un comunicador que se atrevió a criticarlos. Más grave resulta que el propio gobernador José Guadalupe Osuna Millán ignore que su sistema de espionaje es utilizado por personas de dudosa reputación que se amparan en el sector empresarial.
El señor Uribe y su "lamesuelas" Gabriel Arellano debe saber que Cicuta solo tiene una modesta casa familiar desde hace 20 años. Además de esa propiedad no existe un solo inmueble. Sobre las cuentas bancarias el señor Uribe no tendría que batallar. Esas cuentas se limitan a una modesta cuenta de ahorros y otra donde se reciben los depósitos que se realizan por la labor periodística. Así pues, el expediente no es nada obeso. Dicen que "todos tenemos cola", aunque "hay quien la tiene mas corta que otros".
Don Alberto debe saber que el columnista no acostumbra a asumir asuntos personales. La crítica que se hizo tuvo solamente un interés periodístico y este finalizó. No había intención de perjudicarlo. Cicuta recibió el mensaje a través de un amigo mutuo que llamo por teléfono. Allí se preciso que no existía consigna para abundar en el tema.
Si se permite que Cicuta se meta en lo que no le importa, el empresario en mención debe escoger mejor a las personas que considera de su confianza. Aquel que comisiona para realizar una investigación no puede pregonar las instrucciones que le gira. Ese, también, es un grave error.
Fútil
A pesar que las críticas le quedan "como anillo al dedo", al auditor superior de fiscalización Manuel Montenegro Espinoza no importa que lo tachen de holgazán. En su engreída postura de político de alto nivel, este funcionario dice "que hablen de el… aunque sea bien".
Cicuta conoció esa postura y con ello entendió la negativa del señor Montenegro por conceder una entrevista donde tendría que hablar de temas tan espinosos como uno de sus apellidos. En escribiente está convencido que a este funcionario prefiere que lo critiquen, antes de ponerse en evidfencia. No está dispuesto a que la sociedad lo señale como tapete del gobierno.
A don Manuel Montenegro te importa poco que el Orfis se haya convertido en un cero a la izquierda desde que tomó posesión del cargo. Aquí mismo se ha señalado que el señor Montenegro se la lleva de vacaciones y tiene abandonada su función. A este hombre le encanta evitar la fatiga.
Empleados-- que muy de repente lo ven en sus oficinas-- recuerdan que después de cobrar como alcalde de Ensenada don Manuel se quedo con ganas de convertirse en gobernador del Estado.
Montenegro hizo todo lo posible por trascender en la política bajacaliforniana, aunque debió conformarse "con lo que sea". Al aceptar convertirse en el auditor superior de fiscalización, se convenció de su verdadero nivel. A don Manuel lo menos que me importa es cumplir con su trabajo. No lo encuentran ni debajo de los lavaderos. Don Manuel rehúye a los periodistas. Este funcionario sobrevive como alma en pena.
Húmedo
Un compadre del gobernador comenzó a sudar frio ante la inminente derrota de la candidata presidencial panista Josefina Vázquez Mota. Tantos errores ha cometido que la frialdad de una celda lo aterra. En breve será revelado su nombre y algunos de los delitos en que ha incurrido. Su impunidad acabara sin el PAN en el poder.
Comentarios: cicuta.info cicuta45@gmail.com twitter@cicutajaime
Jaime Flores Martinez
0 comentarios:
Publicar un comentario