Cicuta
Jaime Flores Martínez
Sofoco
Resentido aún porque la comisión de procesos internos del PRI le impidió su intención de convertirse en dirigente del PRI de Tijuana, David Lozano Pérez encontró el momento exacto para vengarse. En su calidad de diputado, el señor Lozano externó su rabieta al abstenerse de emitir el voto que avalaría a Arnulfo de León Lavenant como Procurador de los Derechos Humanos.
Al diputado Lozano no se le olvida que León Lavenant le negó injustificadamente su registro para dirigir al PRI de Tijuana a mediados de agosto del año pasado. En aquel momento, Arnulfo de León Lavenant presidía esa comisión tricolor. Era obvio que los dados estaban cargados para que fuera la también diputada Rosana Soto Agüero quien ocupara la dirigencia priísta y Rubén Salazar Limón la secretaría general. El berrinche de Lozano sirvió para maldita la cosa. Quien le manda jugar con el equipo contrario.
En aquel momento, al señor León Lavenant le sobraron argumentos para negar el registro a la dupla encabezada por Lozano y complementada por Elsa Amezquita Escamilla. De poco sirvió la rabieta del diputado Lozano. El titular de procesos Internos del PRI en Tijuana, léase Arnulfo de León Lavenant lo tenía muy claro: la consigna era elegir a su compañera diputada Rosana Soto. En este escenario, Lozano debió comerse completita la rebanada de injusticia.
Quizá Lozano nunca se imaginó que un año después le pedirían que regalara su voto para ascender a Leon Lavenant como Procurador de Derechos Humanos. Lozano Pérez, en aras de la congruencia, decidió abstenerse de votar. Haber avalado ese ascenso sería tanto como aceptar pisotear su dignidad.
Hay quien dice que Arnulfo de León Lavenant fue electo Procurador de los Derechos Humanos como premio a su obstinación de rechazarle el registro a Lozano aquel 24 agosto del 2011. Aunque no cuenta con la mínima experiencia para defender las garantías individuales en los sectores más vulnerables, este hombre, abogado fast track, se ubicó por encima de personas que tenían antecedentes en el ámbito de los derechos humanos.
Para que los lectores de Cicuta tengan idea de los motivos del conflicto, baste decir que David Lozano Pérez se identifica plenamente con la corriente del empresario Jorge Hank Rhon. Por ningún perfil era conveniente que un hankista tomara el control del PRI en Tijuana.
Lozano sabía las probabilidades que tenía Arnulfo de León Lavenant y por eso simplemente levanto los hombros. Los diputados le dieron 19 votos a León Lavenant; dos a Raúl Ramírez Bahena; uno a Isabel Herrera y con la abstención de Lozano el cuadro estaba completo.
Al margen de este detalle, vale la pena referirse a la cascada de críticas que se han volcado sobre el nombramiento del señor León lavenant. Las reformas constitucionales señalan que el ombudsman deberá contar con experiencia en la defensa de los derechos humanos, además de la realización de un plebiscito para poder elegirlo. Esta situación,claro, fue olímpicamente ignorada.
Cuestionado por su sorpresivo arribó a la titularidad de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Baja California, el comerciante Arnulfo de León Lavenant tiene por enfrente un larguísimo trecho. La mayoría de los habitantes de Tijuana no le dan estatura para realizar un buen desempeño frente a la PDH, aunque todos deberíamos tener el beneficio de la duda.
Aquellas personas que han dedicado su vida a la defensa de los derechos humanos, no saben cómo podrá hacerle Arnulfo para encabezar un organismo tan importante. La mayoría de ellos cuestionan su falta de experiencia en la defensa de las garantías individuales. Éste hombre ha dedicado gran parte de su vida a vender automóviles y --últimamente-- concluyó con éxito una carrera hasta lograr el título de abogado.
No hay duda que habían candidatos que tenían los merecimientos necesarios para ser elegidos como sucesores de Heriberto García García. Un grupo de periodistas analizaronel fin de semana los perfiles de algunos de los aspirantes. Desde luego que había algunos, la mayoría, que esperaba llegar gracias a sus influencias políticas.
Desde el pasado viernes son muchas las críticas vertidas hacia el ascenso de León Lavenant. Son tan ácidas algunas de ellas que fácilmente podrían calificarse como corrosivas. La mayoría de los críticos consideran que un personaje de altísimo nivel decidió incluir a Arnulfo para que despachara por los próximos tres años como Procurador los Derechos Humanos. La consigna que habría recibido León Lavenant seria apoyar al próximo candidato del PRI a la gubernatura del Estado. Nunca fue la intención defender los derechos humanos de las clases mayormente vulnerables.
Durante la comparecencia de los aspirantes el martes 22 mayo, el ex procurador de los derechos humanos Raúl Ramírez Bahena puso el dedo en la llaga al hablar sobre las prioridades que requiere el titular de la Procuraduría de los Derechos Humanos. Dijo que lo más importante era garantizar la autonomía de la PDH, basado en los principios que motivaron la reforma constitucional en junio del año pasado.
Allí señala que los organismos públicos de protección a los derechos humanos no deben tener vínculos con las fuerzas políticas de ningún nivel de gobierno, justamente para cuidar la autonomía. Ese detalle es la que otorga la calidad moral. En otras palabras, el personaje que encabece la organización de los derechos humanos no debe tener vínculos con políticos o funcionarios de cualquier nivel del gobierno. De aquí la palabra autonomía. No debe devolverle el favor a ningún fuerza política
Tan precisa es la reforma constitucional que se exige la realización de un plebiscito o consulta pública para que este nuevo ombudsman cuente con el respaldo social. Claro que ese pequeñísimo detalle fue ignorado para elegir a Arnulfo de León Lavenant. ¡Ahora los bajacalifornianos tenemos a un vendedor de automóviles usados como procurador! ! Qué cosa!
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Jaime Flores Martinez
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