cicuta

Cicuta

Jaime flores Martínez

 Drenaje

Desencantado porque su amigo el alcalde ya ni siquiera le contesta las llamadas, el ciudadano Gregorio Kayachanian está exhausto de intentar contactar a Carlos Bustamante Anchondo. El joven Kayachanian no se explica porque lo despidieron como subdirector operativo del Sistema Municipal de Parques Temáticos de Tijuana (Simpat), donde laboró hasta mediados de marzo. Este profesionista buscó a Cicuta luego de la publicación que ofrece detalles sobre las corruptelas que invaden la administración del Parque Morelos.

Hace tres semanas, en este mismo espacio, Cicuta ofreció detalles sobre las irregularidades qde aquellas que encabezan la administración de ese parque. Se precisó el papel que juegan la ex directora Verónica Corona González, quien a principios del mes pasado cobra como regidora del Ayuntamiento de Tijuana. Corona sustituyó a Mariano Sanromán, candidato a diputado por el Quinto Distrito Electoral.

También se ofrecieron detalles sobre el desempeño de una mujer identificada como Patricia Otis, actual administradora del parque Morelos. La señora Otis es protegida del coordinador de asesores del presidente municipal, en este caso un hombre con cuerpo de tinaco de nombre Antonio Cano Jiménez.

Aquí se revelaron detalles sobre los cochupos que se practican estas damas, descaradamente protegidas por el señor Cano. A través de la cuenta de Facebook, el señor César Ortega, tambien mencionado como parte de la oscura red, envió un mensaje Cicuta donde se dice sorprendido por lo aquí publicado. A Ortega lo corrió el nuevo director porque mordió el anzuelo.

Este fin de semana, Gregorio Kayachanian contactó con Cicuta para referirse a este tema. Sin entrar en detalles, el profesionista recordó que a principios de año su amigo el alcalde Carlos Bustamante Anchondo lo designó subdirector operativo del Parque Morelos para documentar eventuales irregularidades en ese sitio. Sin embargo, Gregorio chocó con pared pues Otis y Corona detectaron su intención de husmear en su negocio. Ambas bloquearon sus intenciones y se fueron al límite al levantarle 9 actas administrativas para intentar correrlo. Kayachanian nunca fue notificado. El argumento que utilizaban era pérdida de confianza. Obvio porque "no era de su confianza"

Sobre este tema, Cicuta ya se había referido a la apatía mostrada por la sindica procuradora Yolanda Enríquez de la Fuente. El alcalde la instruyó a investigar las transas en el Parque Morelos, pero a la señora le vinieron guangas las instrucciones. La sindica ignoró las instrucciones del alcalde porque Antonio Cano convenció a Bustamante de olvidarse del tema. Nunca las corruptelas fueron ventiladas por la sindica, lo que confirma su papelón.

El Órgano de Fiscalización (Orfis) que depende del Gobierno del Estado, tiene una extraordinaria oportunidad intervenir en este asunto. El Orfis debe auditar las arcas del Simpatt, porque sería como abrir una alcantarilla en la zona centro de Tijuana.

De regreso el tema, la lógica indica que Antonio Cano Jiménez, practicante de la traición y la perversidad,  le habría lavado el cerebro al alcalde para poner en mal a Kayachanian. Los sucios intereses que involucran a Cano y a las señoras Corona y Otis, son obvias razones de peso. Beneficiario y protector de Corona y Otis, no le costó trabajo echarle estiércol a Kayachanian.  Este hombre se ha encargado de tejer una estrategia para que el alcalde ni le tome las llamadas a Goyo. No quiere arriesgarse a que lo encueren. Manteca a la intemperie.

Evidentemente lastimado porque su reputación fue vulnerada, Kayachanian dice que se conformaría con que el alcalde le regalará cinco minutos de su valioso tiempo. El profesionista le explicaría que su paso por el Simatt fue muy digno, y siempre con honestidad. Nunca se robaría un centavo.

Sabedor que su dignidad y su honradez se encuentran en riesgo se planto frente a Cicuta con la esperanza que el alcalde lo escuche. Con eso se conforma. Víctima del desempleo, el joven lamenta que nadie sea capaz de interceder ante el alcalde para que lo escuche. Siempre gozo de los afectos del alcalde en respuesta a su lealtad.

Y aunque Gregorio no lo dice, el escribiente tiene fundadas sospechas de que Antonio Cano Jiménez le susurro al alcalde para poner en mal a Gregorio. Este desgraciado atentó contra sus ingresos y merecía el desempleo. Nunca le perdonaría meter la nariz en las finanzas del Parque Morelos.

Gregorio se limita a suponer que el alcalde Carlos Bustamante no ha recibido la información adecuada, pero se resiste a responsabilizar a Cano. El viacrucis del profesionista no se limita al desempleo que padece desde que fue despedido del Parque Morelos. Dos semanas después fue "cobijado" temporalmente  por David Saul Guakil, actual coordinador estatal de la campaña de Enrique peña Nieto.

Saúl Guakil arropó provisionalmente a Goyo con la promesa de integrarlo de lleno a la campaña de Peña Nieto. Sin embargo las cosas no sucedieron como esperaban. En siguientes entregas Cicuta podrá referirse a algunos detalles sobre la llamada "coordinación" que encabeza el ex secretario de Desarrollo Social de Tijuana.

En resumen, Gregorio Kayachanian navega entre el desconcierto y la desilusión. El alcalde escucha voces enfermas de poder que lo mantienen ajeno a las realidades. Carlos Bustamante es manipulado, quizá involuntariamente, por un sujeto, con cuerpo de tinaco y mente perversa. Antonio Cano Jiménez pregona su influencia sobre el alcalde. Gregorio Kayachanian esta lastimosamente convencido.

Gorila

Un troglodita ebrio atacó a dos periodistas de Tijuana que cubrían su espectáculo la noche del pasado miércoles en un centro de espectáculos en esta frontera. Este sujeto alcoholizado y envalentonado por los guardias que lo protegían, golpeó a los comunicadores; destrozo su equipo de trabajo y les lanzó improperios que avergonzarían a los protagonistas de Guerra de Chistes. El simio en mención se hace llamar Reyli. El artista de marras, interpreta canciones de amor y escupe mentadas de madre.

Comentarios: cicuta.info cicuta45@gmail.com twitter@cicutajaime   

Jaime Flores Martinez