La rescisión laboral.
Por : Gilberto LAVENANT
Cual si fuese un empleado de intendencia, flojo y faltista, después de 37 años de labores al servicio de la Universidad Autónoma de Baja California, maestro de tiempo completo, exdirector de la Escuela de Derecho, ampliamente reconocido académica y socialmente, las autoridades universitarias rescindieron la relación laboral del Lic. Daniel Solorio Ramírez, dizque por faltista.
Nadie lo puede creer. Lo primero que han dicho, quienes conocen a Daniel, es que Felipe Cuamea Velázquez, Rector de la UABC, escogió el camino fácil para sacudirse a Daniel. El maestro de Derecho que ha sido para Cuamea más que una piedra en el zapato. Cuestionó abiertamente y señaló en voz alta, las irregularidades del procedimiento de renovación rectoril. Más bien ese es el meollo del asunto.
Solorio Ramírez, fue el abogado del Maestro Leonel Cota Araiza, en su lucha por evitar ser retirado de la Junta de Gobierno. Cuestionó abiertamente la designación de nuevos miembros de la Junta de Gobierno y acusó en todo momento la injerencia del Secretario de Desarrollo Económico del Estado, Alejandro Mungaray. Sus análisis, sus reflexiones, sus críticas, los hizo por escrito. Aparecen en el portal del Observatorio Académico Universitario. Han aparecido en diversos medios como Monitor Económico.
Daniel es de los que hablan de frente. No es de los que tiran la piedra y esconden la mano. Quizás por eso resultaba incómodo para Cuamea Velázquez. Pero eso de rescindirle la relación laboral de Maestro de tiempo completo, luego de una trayectoria universitaria, por 37 años, por faltista, eso sí que es una grosería. Una acción vulgar.
La información al respecto fue dada a conocer ayer por Jesús Francisco Galaz Fontes, de la Facultad de Ciencias Humanas, UABC Mexicali, con profunda preocupación y evidente malestar, luego de conocer la noticia de boca del propio afectado. Esto aparece en el portal del Observatorio Académico Universitario, donde incluso aparece copia del oficio rescisorio.
"Hacia la tarde del día de ayer, martes 13 de marzo, el Mtro. Daniel Solorio Ramirez recibió el Oficio No. 3640/2012-1, firmado por la Mtra. Judith Isabel Luna Serrano, Coordinadora de Recursos Humanos de la Universidad Autónoma de Baja California", dice de entrada.
"Los universitarios –agrega- saben que el Mtro. Solorio Ramírez ha publicado sus reflexiones sobre la universidad y, más particularmente, sobre el gobierno universitario, en diversos medios, entre los que se encuentra el Observatorio Académico Universitario. También saben de su postura crítica frente a la autoridad y, sobre todo, de su capacidad para ejercer su derecho a expresar libremente sus opiniones. Sus tres notas más recientes hablan por sí mismas: Renovando en "fast track" a la Junta de Gobierno (o perpetuando a don Perpetuo); UABC: El caso Edna Luna "reloaded" pero al doble; ¿Y qué es la Junta de Gobierno, cuya renovación parcial ya viene?".
Luego señala : "…El Oficio No. 3640/2012-1 le comunica al Mtro. Solorio Ramírez que, a partir de ayer, martes 13 de marzo de 2012, su relación laboral con la UABC como profesor de tiempo completo adscrito a la Facultad de Derecho Mexicali, ha quedado rescindida. Profesor en esta institución desde 1975 (ex-abogado general de la universidad, ex-director de la Facultad de Derecho, ex-candidato a rector), su relación laboral con la UABC ha sido finiquitada por la autoridad "sin responsabilidad para la Universidad," como lo indica el Oficio No. 3640/2012-2".
Galaz advierte que en el Oficio en cuestión, el primer hecho que motiva la rescisión desde la perspectiva de la Coordinación de Recursos Humanos, es que el Mtro. Solorio Ramírez faltó a sus labores, sin permiso ni causa justificada, "los días 14, 16, 17, 21, 22, 23, 24, 27, 28 y 29 de febrero de 2012" y apunta que el Maestro Solorio expresó, al proporcionarle copia del Oficio: "No he tenido tiempo de leer con cuidado el oficio de rescisión, pero de entrada veo que me atribuyen muchas inasistencias en que no he incurrido. La maestra Judith Luna Serrano, mujer de todos mis respetos, no está bien informada. Si yo hubiera faltado a clases todos esos días que dice su oficio, mis tres grupos de alumnos habrían protestado ruidosamente. Pusieron eso para intentar que yo no tenga derecho a permanecer dando mis clases como prevé el contrato colectivo de trabajo. Pero la maestra Luna corregirá el error a que la indujeron. El doctor Maximiano Madrigal Quintanilla, director de mi Facultad, le hará saber la verdad: que no tengo todas esas faltas, que ese dato es falso. Digo, eso es lo que yo siempre espero de los universitarios dignos, y ellos lo son."
Jesús Galaz hace varios cuestionamientos : ¿Estamos frente a la aplicación justa de los reglamentos y la ley del trabajo? ¿Estamos frente a una instancia de aplicación facciosa de la ley? y sentencia : "En una universidad, donde deben imperar la transparencia, la colegialidad y la participación de los académicos en su gobierno, estas preguntas no deben quedar sin respuesta".
Nadie puede creer que sea un asunto tan simple o tan burdo. Que Daniel haya faltado a sus labores, sin causa justificada, sin haber avisado a la autoridad inmediata, dando lugar a incurrir en una causal de rescisión de la relación laboral, exponiéndose no precisamente a quedar sin empleo, pues es un litigante prestigiado, sino a abandonar las aulas universitarias, en donde es ejemplo de valor, de lucha, de llamar las cosas por su nombre.
Las críticas a acción tan vulgar, ya circulan en el ámbito universitario y genera preocupación entre el personal docente, de que se les de trato de simples asalariados, sin importar la calidad académica y la trayectoria laboral de tantos años.
Definitivamente, Felipe Cuamea Velázquez, Rector de la UABC, debe dar una amplia y precisa aclaración sobre este asunto. En principio debe saber que desahacerse del Maestro Daniel Solorio Ramírez no es cosa fácil. Cabe advertirle que es un "hueso difícil de roer". Además, la UABC requiere de cientos como Daniel. Es un ejemplo a seguir. A menos que quieran maestros dóciles, mediocres, silentes, sumisos. Que lo digan, para saber.
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