CICUTA

Cicuta

Jaime Flores Martínez

Dedazo

Todo parece indicar que Mario Escobedo Carignan, actual titular de la Canaco Tijuana, se perfila como el sucesor de Fernando Otáñez Martínez en la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Sin embargo, el eventual arribo de Escobedo al CCE, es el resultado de un acuerdo establecido por los empresarios locales con algún jerarca priista, que bien pudiera ser el senador Fernando Castro Trenti.

Es del conocimiento público que miembros de la Iniciativa Privada están muy agradecidos con Castro Trenti por el apoyo en el conflicto generado por el control de los dólares. Mientras el gobernador panista José Guadalupe Osuna Millán les dio la espalda ante la decisión tomada en julio por la Secretaria de Hacienda, el priista Castro Trenti "cachó" el tema, intervino en el conflicto, estableció acuerdos y, con ello, se los echo a la bolsa.

Paralelamente, Castro Trenti propuso a Mario Escobedo apoyarlo para convertirse en candidato del PRI por la alcaldía de Tijuana. Esta propuesta planteada a principios de este año, no pudo concretarse porque Escobedo fue incapaz de comprobar su nacionalidad mexicana.

No obstante, esto no resquebrajo su relación con Castro Trenti. Por el contrario, algunos observadores perciben la mano del senador priista detrás de la intención de colocar a Escobedo en el CCE.

Se supone que al despachar como dirigente empresarial en Tijuana, las tendencias priistas de Mario Escobedo trastornarían las maniobras del gobierno panista de Osuna Millán. En pocas palabras el CCE se convertiría en un espacio de poder para Castro Trenti, quien de paso le metería una zancadilla al actual alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo.

Y es que desde que los blanquiazules arribaron al poder, el Consejo Coordinador Empresarial ha sido un bastión de poder para el Partido Acción Nacional (PAN).

Hace una semana, el empresario Francisco Rubio Cárdenas recibió en su casa a un grupo de empresarios locales para definir la terna que se propondrá para el relevo de Fernando Otáñez Martínez, un personaje que durante su estancia en el CCE floto en la nube de la mediocridad. Según la visión de una buena parte del empresariado, la presidencia del señor Otáñez pasó desapercibida ante los empresarios de Tijuana; resultó invisible ante los ojos de la sociedad y comodísimo para la autoridad estatal.

Para desgracia de los integrantes del CCE, Otáñez respaldo todas las decisiones tomadas por el gobierno, aunque atentaran contra los empresarios. El tema del control de dólares es el mejor ejemplo del papel que ha jugado. Otáñez Martínez ni siquiera se atrevió a levantar la mirada ante el respaldo que ofreció el gobernador a la medida ordenada por el presidente Felipe Calderón para limitar la cantidad de los depósitos en dólares; optó por mostrarse sumiso ante la decisión de sus patrones del gobierno.

Ahora la idea es presentar una terna compuesta por Jacobo Ackerman,  Mario Escamilla Novelo y -claro- Mario Escobedo Carignan. Ya la cúpula decidió que Escobedo será el elegido, aunque están conscientes que tendrán que simular una elección democrática. Finalmente la mayoría apoyara la intención de abofetear al gobernador Osuna: al ponerle a Mario Escobedo como representante de la IP, estropearán la digestión del mandatario y le provocarán un torzón.

Cándidos

El 5 de octubre del 2009, el embajador de Estados Unidos en México Carlos Pascual envió un correo electrónico al Departamento de Estado que encabeza Hilary Clinton. En dicha misiva el diplomático Pascual revela detalles sobre una reunión que sostuvieron altos funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), con una delegación de funcionarios norteamericanos para analizar la conveniencia de "explorar con seriedad la concentración de esfuerzos conjuntos en dos o tres ciudades mexicanas para revertir la actual ola de violencia e inestabilidad y para demostrar éxito en la lucha contra las organizaciones del trafico de drogas en los próximos 18 meses".

Según el cable numero 2882 revelado por Wikileaks, el entonces coordinador de Seguridad Nacional y le subsecretario de gobernación Gerónimo Gutiérrez manifestaron su interés en desarrollar una estrategia "conjunta" en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Tijuana Baja California.

En otras palabras esos funcionarios le pidieron ayuda a Estados Unidos para intentar meter orden en la guerra contra el narco en Juárez y Tijuana. ¡Como si Estados Unidos necesitara de su permiso para maniobrar en suelo mexicano! ¿Ingenuidad, sumisión, o ambas?

Mugre

La última semana de año estuvo lleno de sorpresas para la síndico procurador de Tijuana Yolanda Enríquez, pues no daba crédito al cochinero que dejo su antecesor Héctor Magaña Mosqueda, quien se preocupo mas por untarse cremas en la cara que por realizar un trabajo medianamente pulcro en una dependencia encargada de vigilar el buen trabajo y la transparencia de los funcionarios públicos. Sindicatura se encarga de aplicar sanciones a los empleados públicos que abusan de su poder y practican la corrupción.

Yolanda Enríquez encontró esa dependencia "de cabeza". Mucha documentación se hizo perdediza, al igual que comprobantes de gastos por unos 29 millones de pesos. Los depósitos de automóviles de la ciudad son verdaderos nidos de corrupción, las empresas concesionarias de las grúas trabajan como les da la gana y el anterior síndico tolero toda clase de abusos policiacos contra ciudadanos de bien.

En resumen la Sindicatura Municipal asemeja un muladar, donde el administrador del basurero quiere desentenderse de su responsabilidad. Y todavía Héctor Magaña Mosqueda aspira a dirigir la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt). Cuanta mugre .

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