Cicuta
Jaime Flores Martínez
Tóxico
Con la furia reflejada en el rostro, voz temblorosa, mirada amenazante y la frente empapada de sudor, el abogado Francisco Cerrillo Lara abordó a Cicuta para recriminarle "su falta de profesionalismo, la ausencia de ética"; le regaló su lastima y hasta se atrevió a amenazarlo.
Le dijo que carecía de ética profesional por no publicar una carta aclaratoria que hace unos meses entregó en la redacción de este diario. Más que una aclaración, se trataba de un extenso escrito cargado de frases amenazantes, escaparate de su frustración. Ausente de capacidad intelectual no entiende que no depende del columnista publicar su sarta de traumas, origen de infortunios. Tan neurótico profesionista no es capaz de ver más allá de su nariz.
Sus continuos arranques no son nuevos para aquellos que medianamente lo conocen: Cerrillo se ha ganado el repudio de funcionarios, empleados públicos, abogados y ahora periodistas. Muchos dicen que prefieren estar lejos de la toxicidad.
No asimila que sus rabietas son contrarias a los intereses de sus clientes. Pequeño por naturaleza, este hombre acostumbra tratar al personal que labora en los juzgados y agencias del ministerio público con la punta del zapato. Su pequeñez alimenta su intento de sentirse grande. Fue tanta su neurosis que el licenciado Cerrillo puso en duda la ética de Cicuta al cuestionar la reciente obtención del Premio México de Periodismo, un galardón recibido el pasado 15 de abril en la Ciudad de México. Realmente, el licenciado Cerrillo, estaba enojado.
Con mas hígado que cerebro, Cerrillo abordo a Cicuta la mañana del pasado viernes en una conocida cafetería ubicada en la Zona del Rio. Alterado más allá de los efectos del café, Cerrillo lanzó a Cicuta una cascada de incoherencias mezcladas con frases entendibles. Le reprochó que su bodrio aclaratorio no se haya publicado y se dio tiempo para llamar "veneno" al autor de este texto, sin reparar que más que un agravio, eso para Cicuta, es un elogio.
En medio de su arrebatada actitud se dio tiempo para intentar amedrentar al columnista; dijo que "eso no se iba a quedar así" y en lo que se pude interpretar como una amenaza de muerte le dijo "que se cuidara". En un intento por serenar a sujeto tan furibundo, Cicuta intento posar la palma de la mano sobre su hombro pero todo quedo en intento; Cerrillo dio un paso atrás, en una brusca maniobra, en franco rechazo al gesto de cordialidad. ¡No me toques!, chilló el hombrecillo.
Allí de frente se le notifico que el escribiente publicaría detalles sobre este incidente, aunque esto solamente logro incrementar su furia: Sus ojillos se. Enrojecieron y su ceño se frunció..
Minutos después regreso a la carga y exigió saber que se iba a publicar. Harto de tan apasionado desplante, Cicuta alzo la voz para pedirle que se retirara. Le dijo que hiciera lo que le viniera en gana. Cerrillo se levanto y se retiro mientras escupía maldiciones.
Seguramente el genio de Cerrillo se acentuó al ser despedido por el pastor Abel Mellado Prince a quien representaba en un litigio. Mellado se dio cuenta que su abogado servía para maldita la cosa pues apenas lo despidió alcanzo la conciliación en el pleito legal. Todo el dinero que Cerrillo esperaba ganar se fue al caño.
El 14 de mayo pasado, Cerrillo amenazo al periodista José Luis Camarillo en las inmediaciones de un templo cristiano ubicado en Praderas del Sol porque llego a tomar fotografías y a entrevistar a quien aparentemente defendía. También se atrevió a secuestrar momentáneamente a tres repartidores de periódicos porque en esas publicaciones se exhibía a su cliente.
Testigos de otro incidente, ocurrido a principios de abril, recuerdan que dos policías municipales echaron a Cerrillo del Juzgado Tercero Civil por faltarle al respeto al secretario de acuerdos. Allí no se toleran los desplantes y las majaderías que acostumbra este insolente abogado que cree traer a Dios de las orejas. Deseamos de todo corazón que el creador libre a la humanidad de la presencia de Cerrillo.
Cacareo
En más temas de abogados, durante los últimos días un profesionista de apellido Moreno, se ha dedicado a pregonar que será el próximo subdirector de Transporte Municipal donde el titular será "un amiguísimo suyo".
Más allá de eso, asegura que el próximo secretario general de gobierno Alcides Roberto Beltrones Rivera es el encargado de "palomear" todos los nombramientos en esa dependencia. Si acaso esto se apega a la realidad, al alcalde electo Carlos Bustamante le han fallado en su recomendación de ser discretos. Si Alcides va a designar funcionarios debe decirles que mantengan la boca cerrada. Dicen que a Alcides "ya se le subió" porque deja plantados a sus comensales sin siquiera hacerles una llamada telefónica. Los plantados le llaman el patán.
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En la próxima entrega será revelado el nombre y el cargo de un funcionario municipal que encabezara una dependencia en la siguiente administración, pero que –curiosamente—ya fue integrado como "segundo de abordo" en el actual gobierno.
Quienes saben de esta maniobra, aseguran que –por lo visto— no habrá justicia en el gobierno que encabezara Carlos Bustamante Anchondo. Muchos de ellos se sienten con suficientes merecimientos para ser integrados al próximo Ayuntamiento pero reconocen que ni siquiera han sido tomados en cuenta. Esos mismos personajes saben que el gabinete entrante está prácticamente decidido, aunque su esperanza se mantiene viva al saber hay uno que otro espacio que todavía no está definido.
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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