Jaime Flores Martínez
Rosados
Justificadamente indignado se encuentra el periodista mexicalense Antonio Heras Sánchez, pues hace apenas un par de días la juez decimo-quinto de Distrito del Poder Judicial de la Federación, María Elizabeth Acevedo "le tembló la mano" para procesar la investigación que buscaba castigo para su agresor. Antonio Heras fue brutalmente golpeado la tarde del 23 de febrero en el centro de Mexicali.
Sin leer el expediente, la juez se declaró "incompetente". Algunas personas que conocen el caso coincidieron en señalar que no es "incompetente" sino "inepta". Hasta este momento el agresor del periodista Heras se carcajea por la incompetente justicia. Aunque se encuentra confeso, este hombre está protegido descaradamente por la Procuraduría de Justicia de Baja California (PGJE) y ahora sorpresivamente ¡la juez Acevedo se declara incompetente!. ¡Hágame favor!.
Apenas se conoció la decisión de esa juez federal, algunos reporteros bajacalifornianos bromearon al referirse a la protección que recibe del procurador de justicia Rommel Moreno Manjarréz. Se trata de un joven treintañero, de 1.80 metros de estatura, complexión musculosa, lo que comprueba hizo su parte y hace pensar que pertenece al círculo rosa.
Con la decisión de la juez Acevedo, la agresión contra Heras regresa al poder Judicial de Baja California, aunque el expediente puede quedar arrumbado en uno de los cajones de su escritorio. El propio periodista Heras optó por abandonar Mexicali. Heras emigro al centro del país porque teme por su vida. El agresor está plenamente confeso, goza de libertad y disfruta del calor.
Más indignante resulta observar que los tropiezos del procurador son tolerado por el gobernador José Guadalupe Osuna Millán. Esta es una administración donde cada quien hace su regalada gana. Algunos integrantes del PRI presumen que avalaron la decisión de llevar el caso Heras a Mexicali porque tendrán coyuntura para "negociar" con el gobernador Osuna. Esta claro que la Procuraduría concluirá que la agresión a Heras fue una simple riña callejera; Heras resultó perdedor y punto.
Aquella tarde, el rosado fortachón persiguió el vehículo de Heras hasta lograr interceptarlo, para golpearlo salvajemente. Las heridas tardaron más de 15 días en sanar. De muy poco sirvió que el comunicador hiciera el escándalo que podía. Con la cara y el cuerpo molido no importaron.
Heras viajo a la Ciudad de México para presentar su denuncia ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra Periodistas, aunque la juez Acevedo se levantó de hombros. Rommel Moreno pudo pedir el favor para ayudar a su amiguin.
La juez se declaro incompetente sin importar que el agresor está plenamente identificado ya confeso. En lugar de resolver a favor o en contra, simplemente se hace a un lado y deja a Heras en la indefensión. Valiente fiscalía.
Heras tiene fundados temores que regresar Baja California porque el agresor ya presumió que maneja a la perfección "los cuernos de chivo". El propio periodista desenmascaró a su victimario al entregar a la PGR fotografías que este sujeto público Facebook con una pavorosa metralleta entre las manos. Otro dato; luego del incidente, el procurador de justicia Rommel Moreno llamó a los amigos de Heras para explicar que la golpiza que recibió fue por "un pleito callejero". Quiere decir que si alguien se trenza a golpes en la calle no tiene problemas, si resulta ganador.
Tejedor
Una modesta columna de un periódico de circulación limitada, publicó el pasado martes la supuesta molestia de algunos panistas por "la campaña negra" iniciada por el actual secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Óscar Vega Marín. Según el autor de ese texto Marín desato una campaña de desprestigio contra el actual diputado federal Óscar Arce Paniagua. ¿Cómo se puede desprestigiar a alguien
Sin mencionar a cicuta, el autor de esa columna hace referencia a lo publicado en este espacio el pasado viernes. Según él la intención es desprestigiar la vida personal y familiar de Óscar Arce Paniagua, por encargo de Óscar Vega Marín, y a través de un periodista cuyo nombre se reserva por ética.
Menudo favor le hace a Óscar Arce Paniagua al intentar defender lo indefendible. El actual diputado federal panista Óscar Arce Paniagua, actual presidente del congreso de La Unión, goza de una pésima reputación. Sus deudores se cuentan por docenas.
Don Óscar le debe dinero a muchas personas aunque la mayoría se cuida de mantenerse en el anonimato pues les ha dicho que "es muy poderoso". Un señor de apellido Quintero es una de las personas que rezan porque Dios le mueva el corazón al legislador para que le pague. El diputado sabe muy bien de quién se trata.
Ah, un detalle, Cicuta nunca hizo alusiones familiares, es decir, nunca se refirió a la familia del diputado Arce porque –efectivamente— eso sí, sería faltar a la ética. El columnista se hizo alusión a un personaje que se considera prófugo de la justicia por un desfalco millonario a la CESPT. Se trata de Carlos Oviedo Patterson, quien es suegro de Oscar Arce Paniagua y vive tranquilamente en Rosarito.
El susodicho tejió una serie de intrigas que intentan rescatar la vapuleada imagen de Arce Paniagua. Además le dio consejos que solamente lo conducirán al fracaso en su intento por alcanzar la candidatura del PAN a la gubernatura.
Finalmente precisar que el periodista tijuanense aludido (en el modesto texto) no "propició la redacción" de la columna del viernes. Tampoco lo hizo Oscar Vega. Cicuta se permite dar una señal: fueron las victimas de Arce. Nombres en breve.
Comentarios: cicuta.info cicuta45@gmail.com twitter@cicutajaime
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