Cicuta
Jaime Flores Martínez
Carmesí
Apadrinado por el secretario general del gobierno de Tijuana Alcide Roberto Beltrones Rivera, al actual director de Transito Municipal Bernardo Sánchez Ríos, "el Colorado", las críticas le importan menos que un cacahuate podrido.
Solo así podría explicarse que el Colorado tolere el irregular funcionamiento de la empresa Transportes Montoya, dedicada al transporte de personal de la industria maquiladora. Resulta que a finales de la pasada administración, el alcalde panista Jorge Ramos Hernández instruyo al entonces director de tránsito Jorge Alberto Gutiérrez Topete a resolver las necesidades de la familia Solano, propietaria de Transportes Montoya.
Gutiérrez Topete, también conocido como el Bibi, ordenó a su subdirector Sergio Carlos Soto Cisneros a expedir un documento dirigido a las empresas maquiladoras que contrataron a Transportes Montoya. En dicho documento (cuya copia tiene Cicuta) el encargado de despacho de la Dirección Municipal del Transporte Público de Tijuana informa que "Transportes Montoya S, de R.L, se encuentra en proceso de regularización para ser favorecida con una concesión para la prestación del servicio de transporte…."
Sin embargo, el mentado escrito es solamente una simulación para permitirle prestar el servicio a una empresa que se encuentra impedida por la ley para su operación. Transportes Montoya no tiene un contrato de concesión, nunca concurso para acceder al permiso, ni tampoco participó en una convocatoria para el caso.
En su papel de tapete, don Sergio Carlos Soto atendió a la perfección las instrucciones de Gutiérrez Topete, aunque seguramente sabía que no tenía facultades para extender la autorización para la operación de 135 vejestorios que realizan el traslado de personal que labora en las maquiladoras de Otay.
Aunque la normatividad señala que los camiones utilizados para el transporte de personal deben tener –como máximo-- 10 años de antigüedad, la familia Solano tiene habilitados camiones escolares desechados de Estados Unidos. En muchos casos esos vehículos son modelo 1990 y algunos salieron a la venta en 1984 y aun así fueron autorizados a prestar el servicio.
El colmo del asunto es que –hasta este día—los desvencijados camiones de color blanco con franja roja, circulan sin placas, sin ser sometidos a revisión mecánica, sin seguro para el viajero y claro ¿Cómo tener lo anterior si no tienen concesión? En medio de toda esta maraña, destaca el papel que ha jugado Bernardo Sánchez Ríos, quien ingreso al anterior gobierno como aparente integrante del equipo de transición. La versión oficial señala que el entonces presidente municipal electo Carlos Bustamante Anchondo le pidió al entonces alcalde Jorge Ramos una oportunidad para que Sánchez Ríos conociera el manejo de la Dirección de Transporte Municipal.
De esta manera, el Colorado pudo enterarse por el propio Gutiérrez Topete del millonario negocio del transporte en Tijuana. Quienes conocen los subterfugios de esa dependencia, aseguran que el Colorado fue a conocer los detalles de una jugosa herencia que alcanza para muchos.
Como estaría el arreglo entre los equipos de transición que el secretario Alcide coloco al ex director de Transito Municipal Jorge Alberto Gutiérrez Topete como asesor en el Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) dependencia que encabeza Manuel Guevara Morales. En otras palabras Alcide "cobijo" a un funcionario que prestó sus servicios en el gobierno panista, pero que se atrevió a compartir con su protegido las estrategias utilizadas para obtener dinero fresco. Hay quien dice que Gutiérrez Topete se encargo de firmarle cheques en blanco a su sucesor con la promesa de mantenerlo impune.
En el caso de Transportes Montoya, llama la atención de que Colorado se ha mantenido impasible ante la ilegal operación de una empresa que carece de los permisos correspondientes. ¿Cómo entender que funciona con un papel expedido de manera irregular por un funcionario que simplemente recibió órdenes de firmarlo?.
Afectados por la operación de Transportes Montoya, ya presentaron una denuncia ante las autoridades correspondientes por eventuales actos de corrupción contra Jorge Alberto Gutiérrez Topete y contra Bernardo Sánchez Ríos. Los afectados están convencidos del contubernio que existe entre ambos funcionarios, sobre todo por la protección que ofrece Alcide Roberto Beltrones al ex director Jorge Alberto Gutiérrez Topete. ¿Le ofrecería trabajo solamente por su gran corazón y enorme sensibilidad social?
Como dato adicional recordemos que además de las denuncias penales presentadas por el ex director de Transito Municipal Luis Alonso Morllet Corrales y del subdirector Juan Rogers Barajas, también fueron recientemente inhabilitados para desempeñar cualquier cargo público durante los próximos cinco anos. Este dato sirve para dimensionar el tamaño del negocio que le heredo Sánchez Ríos al señor de apodo carmesí, protegido de Alcide, orgullosos de la dureza de su epidermis, repelente a la crítica. ¿Y el alcalde? Murmura entre dientes.
Relax
Otro funcionario que le importa una lenteja su reputación, es el delegado de Playas de Tijuana Basilio Meza. A este hombre no le interesa que la comunidad critique su falta de voluntad para resolver tantísimos problemas que tiene esa demarcación. A don Basilio le vale verdura que lo techen de holgazán y le critiquen que pase largas horas en una cafetería del fraccionamiento Playas de Tijuana. Este funcionario ignora las peticiones hechas por algún reportero interesado en conocer sus actividades y sus alcances. Basilio Meza no tiene tiempo para realizar su labor de delegado. Que "gueva".
Comentarios: cicuta45@gmail.com
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