Cicuta

Cicuta
Jaime Flores Martínez
Vileza
Acorralados por el contenido del Artículo 22 Constitucional, los policías exonerados de supuestos vínculos  con la delincuencia organizada no encuentran la manera de mantener a su familia. El gobierno nunca midió el viacrucis que viven aquellos policías falsamente acusados. Las reformas prohíben re-contratar policías encarcelados por mera sospecha.
La mayoría de esos ex policías no hallan la forma de sobrevivir honradamente. Sabedores que la autoridad prohíbe su recontratación por pisar la prisión, esos hombres se han estrellado con pared en su intento por conseguir siquiera un modesto empleo. Incluso en las empresas de seguridad privada los ex policías reciben un trato de apestados .
Cierto que  pueden obtener su carta de "no antecedentes penales", porque la autoridad judicial no encontró elementos para condenarlos por delincuencia organizada. La Procuraduría General de la República (PGR) les inventó una relación con narcotraficantes para encarcelarlos. Ellos fueron enviados a una prisión de Veracruz por casi dos  años. 60 de los 62 policías detenidos el 29 de julio del 2010 fueron exonerados de los cargos.
A meses de regresar a Tijuana, esos ex policías están al borde de la desesperación porque no tienen forma de sostener a su cónyuge y a sus hijos .Muchos han sido rechazados en las agencias de seguridad privada por el solo hecho de haber estado en la cárcel. No importa que hayan salido al probarse su inocencia.
Uno de ellos fue recientemente contratado en un bar de mala muerte para que apoyara a las personas que se exceden en la bebida. A esos empleados de les conoce como saca borrachos. Sin intentar justificar a quienes decidieron delinquir para salir del bache económico, la mayoría de los policías encarcelados injustificadamente decidieron trabajar "de lo que sea" con tal de llevar el sustento a su hogar. Un ex agente de la policía ministerial del estado aceptó sacar borrachos en un burdel de la Zona Norte, mientras que su ex compañero maneja un taxi libre de las 6 de la mañana a las 7 de la noche de lunes a sábado.
Este hombre debe entregar Mil 200 pesos al día al propietario del vehículo. Un buen día, este ex policía metido a taxista obtiene 2 mil peso, aunque de esa cantidad debe pagar la renta de mil 200, además de 400 pesos de gasolina y 100 pesos de comida. En resumen este ex policía se jode 15 horas para llegar a su casa con tristes 300 pesos. Su amigo encargado de sacar borrachitos del prostíbulo labora seis días de la semana de las 6 de la tarde a las 3 de la mañana. Este hombre gana diariamente 150 pesotes.
Hace un par de semanas, otro de los ex policías exonerados viajó a su natal Durango para colgarse de una soga amarrada de un roble. Algunos de sus compañeros reconocen que su depresión lo llevo al suicidio, aunque también aceptan que  La autoridad estatal se cuido de no divulgar detalles para no generar resentimientos. La mayoría hubiese responsabilizado los soberbios funcionarios que no aceptan re contratar a los oficiales injustificadamente encarcelados.
Como para mostrar la otra cara de la moneda,  a principios de mes la autoridad se encargó de cacarear el arresto de Sergio Heriberto Fernández Dueñas, un ex policía municipal sorprendido con un arsenal compuesto por un lanzagranadas, miles de cartuchos y una cantidad indeterminada de pistolas de diversos calibres. Los informes oficiales lo vincularon con un delincuente identificado como el Aquiles.
Fernández Dueñas fue uno de los municipales exonerados de estar vinculado con el narcotráfico, junto con otros 61 policías. Y aunque todo apunta que -efectivamente--estaba vinculado con el narco, también pudo dedicarse a delinquir para poder sobrevivir. Si parece ilógico, también hay que decir que no le convendría al gobierno.
Otro municipal falsamente vinculado con el narco se truena los dedos en señal de desesperación porque desde su juventud se dedicó a prepararse como policía. Apenas iniciada su adolescencia este hombre aplicó todo su tiempo a prepararse. Tan eficiente era su desempeño que llegó a ocupar un importantísimo escaño en la gestión del tristemente célebre Julián Leyzaola Pérez. Tanta fue su lealtad hacia el teniente coronel, que hasta hoy sostiene que seguramente Leyzaola fue mal informado sobre su desempeño.
Este personaje solamente sabe ser policía, aunque ahora no tiene más alternativa que dedicarse a pintar casas. Su hermano menor, otro policía igualmente aprehendido y exonerado, consiguió un permiso municipal y ahora se dedica a vender tacos de carne asada.
Dentro de algunas semanas Cicuta revelara la identidad del funcionario publico que fraguo el arresto de tantísimos policías, así como las causas de una maniobra aberrante. Como un adelanto el escribiente señala que fue alguien señalado de corrupto y responsabilizado de tolerar la operación del crimen organizado. También se ofrecerán testimoniales de testigos protegidos que fueron utilizados por la PGR para fabricar policías vinculados al narco. Vaya cochinada.
Tumor
En alguna entrega próxima Cicuta revelara la identidad de un funcionario público que siente que trae a Dios de las orejas. Es un tipo tan soberbio y prepotente que se ha ganado el repudio de practicante toda la plantilla de empleados del gobierno. Dicho personaje se mete en todo y truena si desconoce algo. Cada vez son más los servidores públicos que son detectados con algún tipo de cáncer.
Los detractores de este sujeto lo ubican como responsable indirecto de los crecientes casos de cáncer. incluso algunos utilizan la ironía al llamarlo "tumor", aunque no es necesariamente por su aspecto físico. El tipo no retiene líquidos. Así es de gordo. Retendrá grasa. y dinero.
Comentarios;  cicuta.info   jaime.cicuta@gmail.com <mailto:jaime.cicuta@gmail.com>     twitter@cicutajaime