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cicuta


Cicuta

Jaime Flores Martínez

Rozadura

Enchiladísima por la crítica vertida sobre su querida comadrita, una mujer identificada como Marcela López dejo salir su esencia arrabalera. Nadie supone que la funcionaria criticada en este espacio le haya pedido que la defendiera aunque –de verdad—poco le ayudó.

Hace un par de semanas Cicuta cuestionó el comportamiento de una funcionaria de mediano nivel, por sus constantes desplantes y maltrato a los empleados. En la critica mas acida que molestó a esas mujeres, el autor de esta columna señalo que "su amargura quizá se debía a que su tren ya iba por Querétaro". El berrinche que hicieron debió ser majestuoso.

Tanto debió irritar a su querida comadre, que el pasado miércoles Marcela López envió a Cicuta una carta a una famosísima red social, donde previamente hizo una "solicitud de amistas". La mentada carta está cargada de ponzoña.

Además de calificar a Cicuta de "amarillista", asegura que el columnista acostumbra "escribir columnas pagadas a capricho de sus amigos o realmente escribe chismes de oficina, donde quema a una mujer funcionaria que ni siquiera conoce".

Con un vocabulario que avergonzaría a los residentes del mas ínfimo arrabal, esta mujer de 31 años califica a Cicuta como "un periodista de m…". ¡qué boquita!

En la parte final de su texto de 16 renglones, Marcela se ubica en el límite de la perversidad al desearle la muerte al columnista: "ojalá que algún narco se compadezca de usted", escupe Marcelita. Personajes que conocen el contenido del texto, sugieren la presentación de una denuncia penal por amenazas de muerte.

Luego de su deseo insano, tan mentecata mujer escribe una última frase que quizá la dibuja de cuerpo entero: "cuando el perro ladra...".

Ah, un par de precisiones a la comadre incomoda. En atención a la primera agraviada el escribiente no menciona su nombre. En segundo lugar Cicuta acostumbra utilizar la ironía porque nunca recurre a las majaderias. El autor de esta columna no nació debajo de los lavaderos como algunas personas.

Servida distinguidísima dama.

Opaco

Qué bueno que la intención del alcalde de Tijuana Carlos Bustamante Anchondo sea lograr el 100 por ciento de la transparencia gubernamental. A media semana el señor Bustamante dijo que "la rendición de cuentas es una obligación" y remato al decir "que no tiene nada que esconder". Que afortunados son los habitantes de esta ciudad, porque ante esta postura podrán conocer asuntos atrapados en la opacidad.

Al cumplir ese compromiso de transparentar el ejercicio gubernamental, se podrá saber quien salió beneficiado con la contratación de una empresa que colocó cientos de miles de lámparas para el alumbrado público. La autoridad rechazo lámparas que le ofrecieron regaladas y paraléleme contrató una empresa que colocó lámparas chafas.

Media ciudad se quedó en tinieblas por la pésima calidad de los focos, aunque "alguien" salió a decir que "no había problema" y que serian repuestos a la brevedad. En otra circunstancia el alcalde hubiese tronado contra ese consorcio por la pésima calidad del material utilizado.

Algún perverso especula sobre el beneficiario directo de un contrato millonario con la empresa que instalo esos focos fundidos. Lo bueno es que con la transparencia que promete Bustamante los ciudadanos conoceremos la identidad del beneficiario. Sabrán su nombre, su apellido, su eventual parentesco y quizá hasta su apelativo.

Otra cosa será conocer que paso con el dinero que pagaron por adelantado los industriales de la Mesa de Otay para que el Municipio reparara las calles. Ya van dos terceras partes de este gobierno y apenas empezaron con una callecita. ¿Quién se quedo con tantísimo dinero?

Ah, también podrá saberse quien resulto ganador con el pago de 150 millones de pesos a la empresa Global Corporation por el asunto de las cámaras de vigilancia en la ciudad. Alguien bien enterado habla de otra cantidad "bajo la mesa". Lo bueno es que habrá transparencia.

Apoyo

Catedrático universitario, el maestro Eduardo Hernández envió el viernes una misiva a Cicuta referente a la columna de ese día. El maestro Hernández comparte "totalmente" que esta es la peor administración delegacional del IMSS en el Estado. Agrega que "la simulación" y el cinismo es la cultura laboral del delegado Contreras. El maestro Hernández plasma en su carta su número telefónico particular.

El viernes, el autor de este texto se refirió al concurso de paellas que el delegado Pablo Contreras realizo en su rancho de Tecate en horas de trabajo. Contreras cobro 350 pesos a los asistentes a cambio de paella, cerveza y carcajadas. El asunto es que el beneficio económico no es para el IMSS como alguien podría suponerlo.

Comentarios;  cicuta.info   jaime.cicuta@gmail.com    twitter@cicutajaime

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